mar. 1. ‘Masa de agua salada’. Este sustantivo, neutro en latín, se ha usado en español en ambos géneros. En el español general actual es masculino: «Estar cerca del mar, sobre el mar, por el mar. Siento ante él una sensación de libertad» (VMatas Suicidios [Esp. 1991]); pero entre las gentes de mar (marineros, pescadores, etc.) es frecuente su empleo en femenino, que también abunda en poesía: «¿Y en días de temporal, cuando las olas embisten, cuando la mar se pone brava?» (Gironella Hombres [Esp. 1986]). De ahí que se emplee en femenino en las expresiones que describen su estado (mar arbolada, mar calma, mar gruesa, mar picada, mar rizada, mar tendida, etc.) o en locuciones propias del lenguaje marinero, como alta mar o hacerse a la mar. También es femenino en algunas otras frases o locuciones, como cagarse en la mar (para expresar enfado), pelillos a la mar (para expresar reconciliación) o la mar de (‘mucho o muy’). Sin embargo, es masculino en un mar de (‘abundancia o gran cantidad de’), que forma parte de las locuciones estar hecho un mar de dudas (‘dudar mucho’) o estar hecho un mar de lágrimas (‘llorar mucho’).
2. Cuando antecede al nombre propio de cada una de estas masas de agua delimitadas geográficamente, es siempre masculino y debe escribirse con minúscula inicial: el mar Caribe, el mar Mediterráneo, el mar Rojo, el mar del Norte; solo se escribirá con mayúscula inicial si forma parte de un nombre propio (→ mayúsculas, 4.7): «Unos días en Mar del Plata le harán bien» (Guido Invitación [Arg. 1979]).
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mar. 1. ‘Masa de agua salada’. Este sustantivo, neutro en latín, se ha usado en español en ambos géneros. En el español general actual es masculino: «Estar cerca del mar, sobre el mar, por el mar. Siento ante él una sensación de libertad» (VMatas Suicidios [Esp. 1991]); pero entre las gentes de mar (marineros, pescadores, etc.) es frecuente su empleo en femenino, que también abunda en poesía: «¿Y en días de temporal, cuando las olas embisten, cuando la mar se pone brava?» (Gironella Hombres [Esp. 1986]). De ahí que se emplee en femenino en las expresiones que describen su estado (mar arbolada, mar calma, mar gruesa, mar picada, mar rizada, mar tendida, etc.) o en locuciones propias del lenguaje marinero, como alta mar o hacerse a la mar. También es femenino en algunas otras frases o locuciones, como cagarse en la mar (para expresar enfado), pelillos a la mar (para expresar reconciliación) o la mar de (‘mucho o muy’). Sin embargo, es masculino en un mar de (‘abundancia o gran cantidad de’), que forma parte de las locuciones estar hecho un mar de dudas (‘dudar mucho’) o estar hecho un mar de lágrimas (‘llorar mucho’).
2. Cuando antecede al nombre propio de cada una de estas masas de agua delimitadas geográficamente, es siempre masculino y debe escribirse con minúscula inicial: el mar Caribe, el mar Mediterráneo, el mar Rojo, el mar del Norte; solo se escribirá con mayúscula inicial si forma parte de un nombre propio (→ mayúsculas, 4.7): «Unos días en Mar del Plata le harán bien» (Guido Invitación [Arg. 1979]).
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